Un lunes festivo, diecinueve de marzo , un niño de diez años, que vivía con su hermano y abuelos, quiso celebrar su cumpleaños. Lo quiso hacer rodeado de amiguitos.
Así que invitó a algún compañero de clase y a sus vecinos para que se reunieran con él el día de San José.
Ocurrió que, por esas casualidades de la vida, ninguno de los invitados pudo acudir a su casa para participar en la fiestecita preparada; no pudieron acompañar a nuestro amigo en un día tan señalado para él.
El niño quedó tan impactado que , aun venciendo su timidez, lo dijo en clase, a su maestra, que casualmente lo estaba felicitando por sus últimos esfuerzos y logros conseguidos.
Así que, entre todos los compañeros de 5º, tuvieron una idea: le harían un regalo, le dedicarían un librito realizado entre todos.
Pensaron que era el regalo ideal.
¡Y así lo hicieron!
Conclusión...
Bien está... lo que bien acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario